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BIENVENIDOS

Capitán 1ro. de Rva. de Infantería BYRON GIOVANNI GODINEZ, actualmente estudiando en el Curso Avanzado de Armas del Comando Superior deEducación y Doctrina del Ejército (COSEDE), Guatemala.

No existe el mejor soldado, únicamente la mejor mentalidad militar.
GBG



jueves, 11 de febrero de 2010

HISTORIA Y APORTE DE LA RAZA Q´EQCHI EN EL EJERCITO DE GUATEMALA



La historia de la raza Q'eqchí dentro del Ejército de Guatemala, inicia como parte de la historia misma de la Primera Brigada de Infantería, ya que mediante Decreto de fecha 16 de junio de 1,829, al Departamento de Petén (que en ese entonces formaba parte de Las Verapaces), le correspondió un Batallón de Infantería, el cual fue dividido en la siguiente forma una (1) Compañía para Cobán, una (1) Compañía para Salamá y una (1) Compañía para Petén, la cual tubo su sede en Ciudad Flores.

La Compañía asignada a Cobán inicialmente estaba conformada por Soldados mestizos o también llamados “Mulatos”, debido a las secuelas de la exigencia colonial, por lo que en su mayoría procedían del oriente del país. Años más tarde de conformidad al Decreto 80 de fecha 15 de Mayo de 1945, de la Junta Revolucionaria de Gobierno, se realizó la organización del Ejército de Guatemala a nivel nacional, según la cual, La Primera Zona Militar queda establecida en la Ciudad Imperial de Cobán.

La ubicación de la Primera Zona Militar en la cabecera de un Departamento Q'eqchí, motivó y halagó a la población, sin embargo existía una barrera de respeto, así como sentimientos de imposibilidad y temor al rechazo por parte de la población indígena para buscar oportunidades de enlistarse en el Ejército, dadas tres condiciones de las cuales aún dos permanecen hoy día, siendo ellas analfabetismo, no saber hablar español y ausencia de soldados Q'eqchíes, lamentablemente el 30 de Junio de 1961, por razones administrativas, la Primera Zona Militar es convertida en Destacamento Militar de la Zona Militar No. 2, con sede en Zacapa, factor que agregado a lo anterior, limitó la posibilidad de espacios en ese lugar a los jóvenes que como una remota posibilidad aspiraban a ser aceptados como Soldados. Durante años posteriores las diferentes escuelas primarias de Alta Verapáz, copiaron los formatos de marcialidad y elegancia que veían en los Soldados, incluyendo una severa disciplina en la formación estudiantil, mismos que imitaban en diferentes desfiles con marchas y movimientos, llegando incluso a elaborar uniformes parecidos, tal instrucción fue propagándose en la región, resaltando en Cobán el Colegio “Las Casas”, en Santa Catarina La Tinta, la Escuela No. 2 e incluso en Baja Verapáz, en donde sobresalió la Escuela “Juan de Dios Díaz, del Municipio de Cubulco, quienes en varias oportunidades asistieron a desfilar en la Cobán, Alta Verapáz, estos centros de enseñanza en sus presentaciones incluso utilizaban fusil de madera, copiando el arma orgánica de ese entonces del Ejército de Guatemala, siendo en oportunidades instruidos directamente por Señores Oficiales.

Esto fue un factor determinante para las nuevas generaciones, ya que desde la escuela llevaban nociones militares en cuanto a la marcha y disciplina. Es el 01 de Julio de 1968 cuando se eleva nuevamente el Destacamento Militar a la categoría de Base Militar, coyuntura que permite la apertura de posibilidades y espacios a los ciudadanos para ingresar al Ejército, siendo este período cuando los primeros grupos de valerosos y decididos Q'eqchíes amparados en su legado de mitos, leyendas y tradiciones guerreras se adentran en un mundo diferente pero ideal para la indómita raza.

Así mismo los Q'eqchíes rinden tributo a los mitos de los dioses Tzul-takaes, (dioses de la montaña) quienes según las leyendas exigen del varón la fortaleza física y entrega en dos aspectos, siendo ellos: el trabajo de la tierra y la defensa de su familia, tierras y patria, siendo un deshonor para quien no cumple las características descritas, además de no permitírsele buscar mujer; existiendo desde antaño para ello un ritual religioso de iniciación en los niños, acentuado especialmente las comunidades conocidas como la “TRILOGIA DE LOS PUEBLOS” (Santa María Cahabón, San Agustín Lanquín y San Antonio Senahú), que consiste en iniciar un peregrinaje a pie, desde las comunidades, hasta la Ermita de los Tigres en Cobán A.V. en donde los varones son azotados en los pies y pantorrillas, con el propósito de obtener la fuerza en la vida de adulto para sembrar la tierra y recorrer largas distancias en defensa de su pueblo.

El 01 de Julio de 1979, la base militar ubicada en Cobán se convierte en la Zona Militar No. 21, período a partir del cual se brinda oportunidad a todos los interesados en servir a la patria, siendo los espacios insuficientes y meritorios para que los jóvenes Q'eqchíes emigren hacia otras regiones del país, en donde son bien recibidos debido en parte, a la necesidad del enfrentamiento armado interno, habiendo varios de ellos ofrendado su vida a lo largo y ancho de la nación, Solo la Primera Brigada de Infantería, Petén, contabiliza 27 fallecidos debido al enfrentamiento armado en el período de 1972 a 1995.

Al transcurrir de los años y cumplir con su servicio militar, los jóvenes se integraban a la sociedad sin perder la relación con el Ejército, ya que formaban parte en los CVDC, PAC o como comisionados militares, quienes al recibir la petición de una hija en matrimonio, impusieron que el pretendiente hubiese cumplido con su servicio militar, siendo este otro aliciente para que los jóvenes dieran continuidad a la permanencia de la raza Q'eqchí dentro del Ejército. Pero debido a la competencia por ocupar pocos espacios de entre cientos de aspirantes, consideraba al ciudadano electo para el servicio militar como privilegiado y lo convertía en un individuo con un título de reconocimiento social, aspecto que influyó grandemente dentro de la cultura y tradición Q’eqchí al sentirse orgullosos de contar dentro de la familia con un Soldado, aspecto que según narra el historiador Mauro René Ac Chun, fue considerado ventajoso para los jóvenes que pretendían a una señorita.

Prestar servicio militar para la raza Q’eqchí, se suscita hasta la actualidad por:

Primero: Servir a la patria y la sociedad.

Segundo: Cumplir las creencias religiosas derivadas de los dioses Tzul-takaes.

Tercero: La naturaleza indómita y guerrera de la raza Q'eqchí.

Cuarto: Cumplir la tradición de mantener el orgullo militar dentro de la familia o la comunidad;

Quinto: Alcanzar los principios inculcados desde niños de disciplina, obediencia y marcialidad al

participar o admirar la participación de estudiantes en imitación militar;

Sexto: Iniciar la mayoría de edad con un proyecto de vida favorable, con reconocimiento social.

Séptimo: Ventaja sentimental, en cuanto a la búsqueda o pretensión de pareja.

Octavo: Obtener una capacitación para la vida, que no puede adquirirse en el hogar o

comunidad.

Noveno: Pretensiones económicas y laborales, al contar con un salario libre, en ayuda a la familia y

superación personal, debido a la falta de oportunidad, analfabetismo y desempleo en la región

de Las Verapaces.

Los soldados eran reconocidos, respetados y envidiados dentro de la raza Alta Verapacense agrega el historiador, lo cual ha transgredido de generación en generación hasta nuestros días, pues el Ejército de Guatemala se nutre de Soldados Q'eqchíes, desde el norte hasta el sur, del oriente al occidente, las bases militares movilizan sus recursos logísticos y humanos hacia esta región, con el fin de captar personal voluntario, lo cual siempre logran, no existiendo un comando o dependencia militar que carezca de dicho personal. Actualmente la Primera Brigada de Infantería, cuenta con 1229 Soldados Q'eqchíes dentro de sus filas, equivalente a un 98%.

Desde los inicios mismos del Ejército de Guatemala, en los actuales momentos y en la posteridad podrá verse a la orgullosa raza Q'eqchí, con la mochila en la espalda y fusil al hombro que altivos y victoriosos perpetuán un legado de misticismo, valor, coraje, amor patriótico y entrega total, como herencia de los guerreros ancestrales a los actuales guerreros milenarios que vivirán por la gloria y la eternidad.

“ ANAJ CUAANK CHABIL CHIRU ULAJ UT ULAAJ CHABIL CHIRU ANAJCUANK'. “

Byron Giovanni Godínez

Cap. 1ro. Rva. Inf.

byrongodinez@hotmail.com

Con la colaboración especial de:


Lic. MAURO RENE AC CHUN.

Historiador y folcklorista.


Br. OSCAR ALONZO CATALAN

Especialista del Ejército (R)


REFERECIAS ADICIONALES

WWW.MINDEF.COM.GT

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